La Danza del Plátano es una vibrante expresión cultural de Tumbes, Perú, que celebra el cultivo del plátano, una actividad agrícola ancestral que ha moldeado la identidad de esta región costera. Esta danza, profundamente arraigada en las tradiciones de la selva y la costa norteña, recrea el proceso de siembra, cosecha y celebración del plátano, un fruto esencial en la gastronomía, economía y vida social de Tumbes. Acompañada por las poéticas cumananas, cantos improvisados que expresan amor, humor y crítica, la Danza del Plátano es un símbolo de creatividad, comunidad y conexión con la tierra. En este artículo, exploramos su historia, características, contexto cultural y su relevancia en la tradición tumbesina, destacando su papel como un homenaje al trabajo agrícola y la alegría colectiva.
Orígenes y Contexto Histórico
La Danza del Plátano tiene sus raíces en las prácticas agrícolas de las comunidades indígenas y mestizas de Tumbes, particularmente los descendientes de los tallanes y tumpis, quienes cultivaban plátanos desde tiempos prehispánicos. Aunque el plátano, originario del sudeste asiático hace más de 4,000 años, llegó a América en el siglo XVI durante la colonización, se adaptó perfectamente al clima tropical húmedo de Tumbes, convirtiéndose en un pilar de la economía y la cultura local. Los colonizadores españoles introdujeron nuevas técnicas agrícolas, pero fueron las comunidades locales las que integraron el plátano en sus tradiciones, dando lugar a celebraciones que combinaban trabajo y festividad.
La danza surgió como una forma de honrar el ciclo agrícola del plátano, desde la siembra hasta la cosecha, reflejando el esfuerzo colectivo de los agricultores y su gratitud por la abundancia de la tierra. Durante la época colonial, estas celebraciones se fusionaron con elementos católicos, como las fiestas patronales, y con influencias afroperuanas, que aportaron ritmos y expresiones poéticas como las cumananas. Hoy en día, la Danza del Plátano se presenta en festivales locales, como el Aniversario de Tumbes (7 de enero) y la Fiesta de San Pedro y San Pablo (29 de junio), donde se celebra el legado agrícola y cultural de la región.
Características de la Danza
Coreografía y Movimientos
La Danza del Plátano es una representación teatral y festiva del proceso agrícola, con movimientos que imitan las labores de siembra, cuidado y cosecha del plátano. Los danzantes, hombres y mujeres de todas las edades, ejecutan pasos rítmicos y coordinados que reflejan el trabajo en el campo y la alegría de la cosecha. Las coreografías incluyen:
- Siembra simulada: Los bailarines realizan movimientos de cavado y plantación, usando accesorios como azadones o ramas para simbolizar el trabajo agrícola.
- Cosecha jubilosa: Gestos amplios que representan el corte de racimos de plátano, acompañados de giros y saltos que expresan celebración.
- Cortejo romántico: Los hombres y mujeres interactúan con pasos coquetos, reflejando el carácter social de la danza, que a menudo sirve como un espacio para encuentros amorosos.
La danza se desarrolla en formaciones grupales, con filas o círculos que simbolizan la comunidad trabajando unida. Los movimientos son enérgicos, acompañados por risas y cantos, creando un ambiente festivo que invita a la participación del público.
Música y Cumananas
La música de la Danza del Plátano es un componente esencial que impulsa su energía. Los instrumentos tradicionales incluyen:
- Guitarra: Proporciona acordes rítmicos que acompañan las cumananas.
- Arpa: Añade melodías suaves y vibrantes, comunes en el folclore tumbesino.
- Cajón peruano: Aporta un ritmo afroperuano que marca el compás.
- Maracas o güiro: Instrumentos de percusión que añaden textura rítmica.
Las cumananas, declaradas Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura de Perú en 2012, son el alma de la danza. Estas composiciones poéticas, improvisadas en cuartetas o décimas, son cantadas a capella o con acompañamiento musical. Los temas varían desde declaraciones de amor y piropos hasta críticas sociales, humor e incluso desafíos ingeniosos entre los cantantes.Por ejemplo, una cumanana típica podría ser:
En el campo de plátano, mi amor crece sin parar,
con mi canto te conquisto, bajo el sol de Tumbes vas.
Esta tradición oral refleja la creatividad y el ingenio tumbesino, fortaleciendo la identidad cultural durante las presentaciones de la danza.
Vestimenta
La vestimenta de la Danza del Plátano es colorida y funcional, evocando la vida rural y el entorno tropical de Tumbes:
- Hombres: Usan pantalones y camisas de algodón ligeras, a menudo blancas o en tonos claros, con sombreros de paja (sombrero de chalán) para protegerse del sol. Algunos llevan pañuelos al cuello o en la cintura, decorados con motivos florales.
- Mujeres: Visten faldas amplias y blusas bordadas con colores vivos como rojo, verde y amarillo, inspirados en la flora tropical. También llevan accesorios como flores en el cabello o collares de semillas.
- Accesorios simbólicos: Algunos danzantes portan racimos de plátanos pequeños o herramientas agrícolas de madera como parte de la coreografía.
Estos atuendos, elaborados con materiales locales, reflejan la conexión con la tierra y la vida campesina, mientras que los colores vibrantes celebran la alegría de la cosecha.
Contexto Cultural y Tradicional
Conexión con la Agricultura
El plátano es un pilar de la economía y la cultura de Tumbes, donde el cultivo de bananos orgánicos ha ganado reconocimiento internacional, con exportaciones a mercados de Europa y Norteamérica. La Danza del Plátano rinde homenaje a esta actividad, recreando las etapas del cultivo: preparación del terreno, siembra, cuidado de las plantas y cosecha. En Tumbes, el valle del río Tumbes y áreas como San Jacinto y Pampas de Hospital son centros clave de producción bananera, donde las asociaciones de pequeños productores han impulsado prácticas sostenibles.
La danza también tiene un componente social, ya que históricamente las jornadas de cosecha eran momentos de reunión comunitaria, donde los agricultores celebraban con comida, música y baile. La inclusión de cumananas en la danza fomenta un ambiente de interacción, donde los jóvenes aprovechan para cortejar y socializar, perpetuando tradiciones románticas y festivas.
Festividades y Eventos
La Danza del Plátano se presenta en varias festividades de Tumbes, reforzando su papel como un símbolo de identidad regional:
- Aniversario de Tumbes (7 de enero): La danza es un punto culminante de las celebraciones, acompañada de desfiles, ferias gastronómicas y concursos de cumananas.
- Fiesta de San Pedro y San Pablo (29 de junio): En honor a los pescadores y agricultores, incluye presentaciones de la danza en comunidades costeras como Puerto Pizarro.
- Carnaval de Tumbes (febrero): La danza se combina con ritmos afroperuanos y cumbia norteña, creando un ambiente festivo y colorido.
- Ferias agrícolas locales: En distritos como San Jacinto, la danza acompaña eventos que promocionan los productos agrícolas, especialmente el plátano orgánico.
Estas celebraciones no solo preservan la danza, sino que también atraen a turistas interesados en el folclore y la cultura tumbesina, impulsando el turismo cultural.
Relevancia Cultural y Desafíos
La Danza del Plátano es un testimonio de la resiliencia cultural de Tumbes, donde la agricultura y la creatividad se entrelazan para crear una tradición viva. Las cumananas, como parte integral de la danza, son un vehículo para transmitir historias, valores y emociones, fortaleciendo la identidad de la región. Además, la danza promueve la sostenibilidad al destacar el cultivo de plátanos orgánicos, que genera empleo y fomenta prácticas agrícolas responsables.
Sin embargo, la tradición enfrenta desafíos modernos, como la migración de jóvenes a áreas urbanas y la influencia de la globalización, que pueden debilitar las prácticas culturales rurales. Iniciativas como talleres de danza, concursos de cumananas y programas educativos están ayudando a preservar esta expresión, enseñándola a nuevas generaciones y promocionándola en festivales nacionales. El reconocimiento de las cumananas como Patrimonio Cultural de la Nación ha dado un impulso adicional a su conservación, asegurando que la Danza del Plátano siga siendo un pilar de la identidad tumbesina.
La Danza del Plátano es una celebración vibrante que encapsula la esencia de Tumbes: su conexión con la tierra, su creatividad poética y su espíritu comunitario. A través de movimientos que recrean el ciclo agrícola y las cumananas que narran historias de amor y vida, esta danza honra el legado del plátano como un símbolo de sustento y cultura. Presente en festividades y eventos agrícolas, la Danza del Plátano invita a locales y visitantes a sumergirse en la riqueza cultural de Tumbes. Para experimentar esta tradición en su contexto auténtico, visita Tumbes durante sus festivales o participa en sus ferias agrícolas, donde la danza y las cumananas cobran vida.
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