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La Capilla de San José de Pozuzo, ubicada en el distrito de Pozuzo, provincia de Oxapampa, departamento de Pasco, es un ícono de la herencia cultural de los colonos austro-alemanes que llegaron a esta región de la selva central peruana en 1859. Construida en 1875, esta capilla es un testimonio vivo de la fe, la resiliencia y la fusión cultural entre las tradiciones tirolesas y las influencias locales. Situada a unos 800 metros sobre el nivel del mar en un valle rodeado de bosques tropicales y ríos cristalinos, Pozuzo ofrece un entorno único donde la capilla se alza como un símbolo de identidad. Este artículo explora los atractivos turísticos de Pozuzo, con un enfoque especial en la Capilla de San José, además de su clima, fauna, patrimonio, fundaciones y la gastronomía que refleja la mezcla austro-alemana y andina de esta región.
Atractivos Turísticos de Pozuzo
Pozuzo es un destino único que combina la herencia europea de sus colonos austro-alemanes con la exuberancia de la selva central. La Capilla de San José, junto con otros atractivos como el puente colgante, cataratas y el Parque Nacional Yanachaga-Chemillén, ofrece una experiencia que fusiona historia, naturaleza y cultura viva, ideal para los amantes del turismo cultural y de aventura.
Capilla de San José: Un Monumento de Fe y Arquitectura Tirolesa
La Capilla de San José de Pozuzo, construida en 1875 bajo la dirección del sacerdote tirolés José Egg, es el corazón espiritual y cultural de la comunidad. Este templo, ubicado en el sector de La Colonia, destaca por su arquitectura de estilo tirolés, con una estructura de piedra, cal y madera noble que refleja las técnicas constructivas de los colonos austriacos y alemanes. Su pórtico, flanqueado por dos torres laterales, enmarca una nave sencilla pero elegante, con un altar neoclásico adornado con columnas y vitrales que representan a Santa Rosa de Lima y la Santa Nocturna del Tirol. En el interior, una talla tirolesa de la Virgen María y un lienzo de San José con el Niño Jesús son objeto de devoción, mientras que las inscripciones en español y alemán en las paredes narran la historia de los colonos. Antes de su construcción, los pobladores utilizaban un centro de oración con paredes y techos de palma, situado cerca del monumento a José Egg. Los visitantes pueden recorrer la capilla en visitas guiadas de 30 minutos, organizadas por la Asociación de Historia y Cultura de Pozuzo, que explican su rol como refugio espiritual tras la avalancha de 1858 que devastó el asentamiento inicial. Durante la Santa Nocturna del Tirol (julio), la capilla se llena de procesiones, cánticos y trajes típicos, ofreciendo una experiencia cultural única. Este atractivo es un lugar de peregrinación y reflexión, rodeado de la vegetación tropical que realza su atmósfera serena.
Puente Colgante Emperador Guillermo I: Un Legado Histórico
El Puente Colgante Emperador Guillermo I, obsequiado en 1914 por el emperador Guillermo II de Prusia, es un ícono de Pozuzo que cruza el río Huancabamba. Este puente peatonal, construido con cables de acero y madera, se extiende sobre 100 metros y conecta los sectores de La Colonia y Prusia, ofreciendo vistas espectaculares del río y los bosques circundantes. Utilizado diariamente por los pobladores, el puente es un símbolo de la conexión histórica entre Pozuzo y sus raíces europeas. Los visitantes pueden cruzarlo en caminatas de 20 minutos, disfrutando de la brisa tropical y la oportunidad de fotografiar el paisaje. Los guías locales narran cómo el puente facilitó el comercio y la integración de las comunidades colonas, mientras que los alrededores son ideales para paseos en bicicleta o mototaxi. Durante el Aniversario de la Llegada de los Colonos (24-30 de julio), el puente se adorna con banderas peruanas y austriacas, convirtiéndose en un punto central de las festividades. Este atractivo combina historia y aventura, siendo un paso obligado para los turistas que exploran Pozuzo.
Parque Nacional Yanachaga-Chemillén: Un Santuario de Biodiversidad
A solo 20 minutos de Pozuzo, el Parque Nacional Yanachaga-Chemillén es un atractivo natural que abarca 122,000 hectáreas en los distritos de Pozuzo, Oxapampa, Huancabamba y Villa Rica. Este parque, establecido en 1986, protege bosques húmedos tropicales y ecosistemas de selva alta, con altitudes que van de 600 a 3,643 metros. Los visitantes pueden explorar senderos como el de Huampal, accesible en 30 minutos desde Pozuzo, donde se observa al gallito de las rocas, el ave nacional del Perú, especialmente al amanecer o al atardecer. El parque alberga 527 especies de fauna, incluyendo mamíferos como el oso de anteojos y el jaguar, y una diversidad de orquídeas y árboles nativos. Las caminatas, de 2 a 4 horas, ofrecen vistas del Cañón de Huancabamba y oportunidades para el avistamiento de aves, con un costo de entrada de S/10. Los tours, organizados por guías locales, incluyen charlas sobre conservación y la importancia de los pueblos yanesha en la región. Este atractivo es ideal para los amantes del ecoturismo, con opciones de camping y actividades como el avistamiento de flora en el Festival de las Orquídeas y las Flores (septiembre).
Catarata Yulitunqui: Belleza Natural en la Selva
La Catarata Yulitunqui, ubicada a 10 km de Pozuzo, es un espectáculo natural que atrae a los visitantes por sus aguas cristalinas que caen desde 30 metros de altura en un entorno de selva tropical. Accesible mediante una caminata de 1 hora desde el sector de Prusia, esta catarata ofrece pozas naturales ideales para nadar y relajarse. Los senderos, rodeados de helechos y orquídeas, permiten observar mariposas y aves como el tangará. Los tours, organizados por operadores locales, incluyen paradas en miradores naturales y explicaciones sobre el ecosistema de la selva alta. Durante la temporada seca (mayo a octubre), la catarata es perfecta para actividades como el canotaje en el río cercano o el camping bajo un cielo estrellado. La comunidad de Prusia ofrece talleres de artesanía en madera y cestería cerca de la catarata, permitiendo a los visitantes interactuar con las tradiciones locales. Este atractivo combina aventura y naturaleza, siendo un lugar ideal para desconectarse y disfrutar de la selva central.
Museo Schafferer: Un Viaje al Pasado Colono
El Museo Schafferer, ubicado en el sector de La Colonia, es un espacio que preserva la historia de los colonos austro-alemanes de Pozuzo. Esta casa de dos pisos, construida con madera y adobe al estilo tirolés, exhibe objetos de los primeros habitantes, como fotografías, utensilios agrícolas, herramientas de carpintería y documentos que narran la odisea de 1859. Los visitantes pueden recorrer el museo en 45 minutos, guiados por descendientes de colonos, como Eva Solleder, quienes comparten historias sobre la fundación de Pozuzo y la vida de pioneros como el padre José Egg. El museo también expone trajes típicos tiroleses y réplicas de instrumentos musicales, como el acordeón, usados en danzas tradicionales. Cerca del museo, el Cementerio de los Colonos alberga las tumbas de José Egg, Luis Ipfelkofer y Francisco Schafferer, ofreciendo un momento de reflexión sobre el sacrificio de los primeros pobladores. Este atractivo es una ventana al legado cultural de Pozuzo, ideal para quienes buscan comprender su herencia austro-alemana.
Clima en Pozuzo
Pozuzo, situado a una altitud promedio de 800 metros en la selva alta, tiene un clima tropical cálido y húmedo, con temperaturas que oscilan entre 18°C y 30°C. La temporada seca, de mayo a octubre, es la mejor época para visitar, con días soleados, baja humedad y temperaturas ideales (22-25°C) para actividades al aire libre como caminatas y canotaje. La temporada de lluvias, de noviembre a abril, trae precipitaciones frecuentes, especialmente en febrero, con una humedad del 70-80%. Se recomienda llevar ropa ligera pero abrigadora, botas impermeables y protector solar, ya que la radiación solar es alta incluso en días nublados. Las festividades de julio, como el Aniversario de la Llegada de los Colonos, coinciden con el clima óptimo de la temporada seca.
Fauna de la Región
El entorno de Pozuzo, especialmente en el Parque Nacional Yanachaga-Chemillén, alberga una rica biodiversidad propia de la selva alta:
- Gallito de las rocas (Rupicola peruvianus): Ave nacional, observable en el sendero Huampal.
- Oso de anteojos (Tremarctos ornatus): Especie protegida, avistada en zonas altas del parque.
- Jaguar (Panthera onca): Esquivo, habita los bosques densos de la región.
- Mariposa morpho (Morpho menelaus): Común en los senderos de la Catarata Yulitunqui.
- Mono choro (Lagothrix lagotricha): Observado en las copas de los árboles del parque.
La conservación de estas especies es apoyada por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), que promueve el ecoturismo responsable en la región.
Patrimonio Cultural
La Capilla de San José y el Centro Histórico y Cultural de Pozuzo son reconocidos como Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, debido a su valor histórico y arquitectónico. El Pozuzo Fest, inspirado en el Oktoberfest, y la Santa Nocturna del Tirol son expresiones culturales declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial, reflejando la fusión de tradiciones austro-alemanas y andinas. Los textiles y artesanías de madera, elaborados por artesanos como Josefa, son parte del patrimonio vivo, mientras que el Museo Schafferer y el Cementerio de los Colonos preservan la memoria de los fundadores. La danza tirolesa, interpretada por el grupo Tanzgruppe, es un atractivo cultural que se presenta en festividades, reforzando la identidad de Pozuzo.
Fundaciones y Orígenes
Pozuzo fue fundado en 1859 por colonos austriacos (tiroleses) y alemanes (renanos), liderados por el sacerdote José Egg y el noble alemán Barón Cosme Damián Schütz von Holzhausen, quien firmó un contrato con el presidente Ramón Castilla en 1855 para colonizar la selva central. El distrito de Pozuzo se creó el 29 de noviembre de 1918 mediante la Ley N° 2889, bajo el gobierno de José Pardo y Barreda. Los colonos, tras un arduo viaje desde Huacho, enfrentaron desafíos como el “soroche” en Cerro de Pasco y una avalancha en 1858 que mató a seis personas. La Capilla de San José, construida en 1875, reemplazó un centro de oración inicial y marcó la consolidación de la comunidad. La Municipalidad Distrital de Pozuzo, bajo el liderazgo actual de Antonio Ballesteros Bautista, y el Círculo de Pozucinos Amigos del Tirol promueven la conservación cultural y el turismo sostenible, con proyectos como la restauración de la iglesia de San Salvador.
Gastronomía de Pozuzo
La gastronomía de Pozuzo es una fusión única de sabores austro-alemanes y amazónicos, disponible en restaurantes como El Típico Pozucino y Pizzería Wolfgang:
- Strudel: Postre de masa elástica relleno de mermelada de plátano, típico de la herencia tirolesa.
- Sopa de pelotas: Caldo de gallina con bolas de yuca, kión y culantro, servido en festividades.
- Karbonade con salchichas: Albóndiga de carne con salchichas, acompañada de yuca y ensalada.
- Quesillo: Queso fresco con plátano y café, ideal para el desayuno.
- Sopa de shitalan: Caldo de gallina con fideos, típico de la selva central.
La Dörcher Bier ofrece cerveza artesanal, mientras que ferias como el Pozuzo Fest (julio) presentan estos platos junto a bebidas como la chicha de maíz. Los talleres culinarios en casas vivenciales permiten a los visitantes aprender a preparar estas recetas, conectando con la herencia colona.
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