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El distrito de San Pedro de Pillao, enclavado en la majestuosa sierra del departamento de Pasco, es un rincón que fusiona historia, cultura ancestral y paisajes andinos de belleza inigualable. Como parte de la provincia de Daniel Alcides Carrión, este distrito posee una herencia preincaica, inca y colonial que permanece viva en su arquitectura, tradiciones y patrimonio arqueológico.
Con una extensión aproximada de 92,17 km² y a una altitud promedio de 3,245 m.s.n.m., San Pedro de Pillao se sitúa a 76 km de la ciudad de Cerro de Pasco. Su territorio colinda al norte y oeste con la provincia de Lauricocha (Huánuco), al este con el distrito de Tápuc y al sur con Yanahuanca. Este entorno montañoso ofrece acceso por carretera afirmada, rodeado de quebradas, formaciones rocosas, vegetación serrana y una fauna propia de la región altoandina. El clima en San Pedro de Pillao es típico de la sierra peruana: templado-frígido, con temperaturas variables entre el día y la noche. Durante el día puede alcanzar los 18°C, mientras que por la noche puede descender a 4°C. La época seca (de mayo a septiembre) es ideal para visitas, ya que los cielos se mantienen despejados y los caminos accesibles.
Raíces Históricas Profundas
Época Preinca
El territorio de San Pedro de Pillao fue escenario del florecimiento de varias culturas ancestrales. Inicialmente influenciado por la cultura Chavín en la quebrada de Chaupihuaranga, más tarde fue territorio de los Waris, quienes ocuparon zonas como Huarautambo, Wariperga, Condoray y Tranka.
Hacia los siglos XI y XII emergieron los Yaros, cultura regional que dejó huellas en lugares como Ashtacoto y Colquipucro. Esta civilización fue desplazada por los Yachas, que se desarrollaron en sitios como Capillamachay y Guellay Wuayrachinan hasta la conquista del Inca Túpac Yupanqui en 1470.
Época Inca y Época Colonial
Tras la incorporación al Tahuantinsuyo, se produjo la migración de grupos como huararas, collanas y mucos. Durante la colonia, el hallazgo de minas en Colquipucro atrajo a figuras como Gonzalo Pizarro y Diego de Centeno, quienes iniciaron su explotación en la década de 1540. En 1572, se construyó la emblemática iglesia católica de San Pedro de Pillao, de estilo barroco y chorresco, bajo la dirección del sacerdote Juan Mendiel de Salazar. Este templo continúa siendo un símbolo religioso y arquitectónico del distrito. Uno de los patrimonios más valiosos de San Pedro de Pillao es su iglesia colonial, cuyo diseño barroco, con elementos de estilo chorresco, la convierte en un referente arquitectónico de la época virreinal en la región. La edificación, levantada en el siglo XVI, aún se conserva y representa un importante punto de peregrinación y tradición cultural local.
Fauna y Biodiversidad Local
El ecosistema altoandino que rodea a San Pedro de Pillao alberga una fauna variada, entre la que destacan vicuñas, zorros andinos, vizcachas y una diversidad de aves como el cóndor andino, el caracara y especies de colibríes. Su entorno natural es ideal para actividades de observación de fauna y caminatas ecológicas.
Atractivos Turísticos Naturales y Culturales
- Ashtacoto Cunduray: Zona arqueológica asociada a las culturas preincaicas y espacios rituales ancestrales.
- Colquipucro: Sitio de relevancia minera e histórica, asociado a las primeras explotaciones coloniales.
- Capilla Machay: Espacio ceremonial enclavado en una cueva, de fuerte carga simbólica e histórica.
- Gona Gona: Paraje natural de belleza escénica, ideal para caminatas y observación del entorno andino.
- Shulcay: Área de importancia cultural y natural, donde convergen restos arqueológicos y flora andina.
Identidad y Fundación del Distrito
El distrito de San Pedro de Pillao fue creado oficialmente el 15 de diciembre de 1959 mediante la Ley N° 13276 durante el segundo gobierno del Presidente Manuel Prado Ugarteche. Su primer alcalde fue el señor Sergio Reyes Vertiz, quien marcó el inicio de la vida política del distrito.
Gastronomía Tradicional
La cocina local ofrece una rica fusión de ingredientes altoandinos. Algunos platos típicos que se pueden disfrutar en festividades y ferias locales incluyen:
- Pachamanca: cocida bajo tierra con piedras calientes, combinando carnes, papas, maíz y hierbas aromáticas.
- Caldo de cabeza de cordero: tradicional sopa energética ideal para el clima frío.
- Charquicán: guiso a base de carne seca, chuño y tubérculos autóctonos.
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