Distrito de San Antonio de Putina: La Ciudad de las Aguas Termales

El Distrito de San Antonio de Putina, capital de la provincia homónima en el Departamento de Puno, en el sur del Perú, es un rincón encantador de la altiplanicie aimara conocido como la «Ciudad de las Aguas Termales» por sus manantiales medicinales. Situado a 3.879 m s.n.m., este distrito de aproximadamente 3.884 km² representa la esencia cultural y natural de Puno, con una población de 99.836 habitantes (INEI 2012, proyectados a 100.000 en 2025). Creado el 5 de febrero de 1823 como distrito y elevado a provincia el 12 de junio de 1989 por Ley N.º 25038 durante el gobierno de Alan García Pérez, San Antonio de Putina fusiona herencia aimara, colonial y republicana, invitando a descubrir sus baños termales, puyas de Raimondi y criaderos de vicuñas. Este artículo explora su historia, geografía, población, cultura y atractivos, basado en fuentes oficiales como el INEI y la Municipalidad Provincial.

Historia: De los Pueblos Aimara a la Creación Provincial

La historia de San Antonio de Putina se remonta a épocas prehispánicas, cuando el territorio formó parte del Collasuyo incaico, influenciado por la cultura Tiwanaku (siglos V-XI d.C.) y los Lupacas, un pueblo aimara que dominó la región sur de Puno con avances en agricultura y organización social. El topónimo «Putina» deriva del aimara «phutina», que significa «lugar de aguas calientes», aludiendo a sus manantiales termales, venerados como sitios sagrados para rituales de curación y fertilidad.

Durante la colonia, en 1623, según investigaciones del profesor Alberto Urquiaga, se construyó la iglesia de Putina, una obra colonial de piedra que simboliza la evangelización franciscana. El distrito se creó el 5 de febrero de 1823, en el contexto independentista, como parte de la provincia de Azángaro. La fundación se atribuye a Wenseslao Molina, un benefactor local que impulsó la explotación de las aguas termales y la organización comunal, junto a misioneros y caciques aimaras como los de la estancia de Vega, que adjudicó tierras en las faldas del cerro Alqamarini.

En la República, el auge minero y agrícola consolidó su rol, con visitas de científicos como Antonio Raimondi en el siglo XIX, quien documentó las puyas de Raimondi y las propiedades termales. La creación de la provincia en 1989, separándola de Azángaro y Huancané, respondió a demandas locales por autonomía, impulsada por líderes como Bonifacio Quispe Ccarita y parlamentarios puneños. Hoy, el aniversario provincial (12 de junio) celebra con procesiones y ferias, honrando su herencia en el contexto del Bicentenario.

Geografía y Población: La Puna Termal del Collao

San Antonio de Putina se ubica en coordenadas 14°59’S 69°59’O, limitando al norte con Carabaya y Sandia, al este con Bolivia (frontera lacustre), al sur con Huancané y al oeste con Azángaro. Su topografía es un mosaico de punas altiplánicas (3.800-4.500 m s.n.m.) y quebradas interandinas, con el cerro Alqamarini como apu protector y manantiales termales en Huayna Phutina. El clima es frío de altura, con temperaturas diurnas de 8-12°C, heladas nocturnas (-5°C) y precipitaciones estacionales (400-600 mm anuales, diciembre-marzo), según el SENAMHI.

Ecológicamente, pertenece a la ecorregión del Collao, con suelos volcánicos fértiles que sustentan biodiversidad: flora como puyas de Raimondi (Puya raimondii, endémica y amenazada) en Santiago de Bellavista; fauna con vicuñas (más de 10.000 cabezas en criaderos de Calacala, Picotani y Trapiche) y cóndores. Desafíos incluyen heladas y sequías, mitigados por reforestación del MINAM. Demográficamente, según el INEI (2012), cuenta con 99.836 habitantes (proyectados a 100.000 en 2025), con densidad de 25 hab./km², mayoritariamente rural (90%) y aimara-quechua (80% bilingüe, aimara cooficial). La población se concentra en la capital Putina y comunidades como Sina, Ananea y Pedro Vilcapaza, con una edad media de 28 años y migración juvenil hacia Juliaca.

Cultura y Tradiciones: El Legado Aimara en Rituales y Fiestas

La cultura de San Antonio de Putina es un crisol aimara-colonial, con cosmovisión que venera manantiales como portales espirituales. El aimara sureño es la lengua materna para el 70%, usada en relatos orales sobre espíritus de la puna. La artesanía incluye tejidos de alpaca con motivos geométricos y cerámicas inspiradas en Tiwanaku.

Las tradiciones giran en torno a ciclos termales y religiosos:

  • Fiesta de San Antonio de Padua (13 junio): Aniversario provincial con misas, danzas de morenada y diablada (Patrimonio Inmaterial), y ferias de productos altiplánicos.
  • Virgen de la Candelaria (2 febrero): Procesiones en Putina con tinkes y ofrendas a la Pachamama, atrayendo a 5.000 fieles.
  • Carnaval Aimara (febrero-marzo): Comparsas con trajes de plumas y máscaras, invocando lluvias con wititi.
  • Semana Santa: Representaciones de la Pasión con música andina en la iglesia colonial de 1623.

La gastronomía es un festín puneño:

  • Pachamanca: Carnes (llama, cordero), papas y habas cocidas en hoyo (estimación de porción: baja).
  • Chupe de quinua: Sopa con quinua, queso andino y muña (estimación de porción: baja).
  • Charqui de vicuña: Carne deshidratada con mote (estimación de porción: baja).
  • Sopa de maní: Guiso con maní molido y papa (estimación de porción: baja).

Estos elementos preservan el ayni en mingas para mantenimiento de termales.

Atractivos Turísticos: Termas, Flora y Fauna Emblemáticas

San Antonio de Putina ofrece un turismo enfocado en salud y naturaleza, accesible desde Juliaca (150 km, 4 horas por PE-34A, colectivos estimación de costo: baja).

  • Baños Termales de Putina: Manantiales a 48-50°C con propiedades curativas (azufre, magnesio), en piscinas naturales rodeadas de terrazas aimaras; ideales para relajación (estimación de costo: baja).
  • Puyas de Raimondi en Santiago de Bellavista: «Reina de América», planta endémica de hasta 15 m de altura, en floración cada 80-150 años; trekking guiado (5 km de Putina, estimación de costo: baja).
  • Criaderos de Vicuñas de Calacala: Reserva con más de 10.000 vicuñas, la «reina de los Andes»; avistamiento y educación ambiental (estimación de costo: baja).
  • Bosque de Piedras de Chijus: Formaciones rocosas en puna a 4.500 m s.n.m., con petroglifos aimaras; trekking moderado (estimación de costo: baja).
  • Parque Sirpiqaqa: Peñón sagrado con leyendas de serpientes guardianas, vistas al lago Titicaca; senderismo (estimación de costo: baja).

La mejor época es la seca (mayo-octubre). Tours desde Puno (estimación de costo: baja) promueven experiencias comunitarias.

San Antonio de Putina no es solo un distrito; es un oasis termal donde aguas curativas y puyas centenarias tejen la identidad puneña. Su herencia aimara invita a un viaje sanador. Para más, contacta la Municipalidad de San Antonio de Putina o PromPerú. ¡Descubre la ciudad de las aguas en el Collao!

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