Ubicado en la provincia de Tocache, región San Martín, Perú, el distrito de Uchiza es un tesoro escondido en la selva alta, donde la historia, la cultura y la naturaleza convergen para ofrecer una experiencia turística única. A 450 km de Tarapoto y a una altitud de 550 msnm, Uchiza combina un clima cálido y húmedo (24°C-32°C) con paisajes de ríos cristalinos, valles fértiles y vestigios arqueológicos. Este artículo destaca los atractivos turísticos de Uchiza, su rica herencia cultural, su pasado ancestral y su potencial como destino emergente para los amantes de la aventura, la historia y el ecoturismo.
Toponimia: El Significado de Uchiza
El nombre Uchiza deriva de los vocablos cholones «Ut» (candela o fuego) y «chipzan» (vienen juntos), formando «Ut-chipzan», que significa «vienen junto a la candela». Esta denominación refleja una práctica ancestral: los nativos usaban la fibra de la flor de la shapaja (Uchina), abundante en el valle del río Uchiza y el centro poblado de Santa Rosa de Shapaja, para transportar fuego. Encendida lentamente, esta fibra producía humo que ahuyentaba insectos durante actividades como la caza, la pesca o las migraciones, consolidando la identidad del distrito y su conexión con el río Uchiza.
Historia: Un Legado de Migraciones y Resiliencia
Creado oficialmente el 21 de octubre de 1912 por la Ley N° 1595, Uchiza tiene raíces que se hunden en la antigüedad. Sus primeros habitantes, las tribus Huacras y Chucos de la cultura Huacrachucos, originarias de las riberas del río Grande (Huacrachuco), emprendieron una migración desde las alturas de Portachuelo hacia la selva alta, siguiendo el curso del río Chontayacu. Conocidos como Uchihuanes («hombre sin nariz» en quechua, por la enfermedad de la uta que desfiguraba rostros), estos pobladores recorrieron lugares como Granadilla, San Pedro, Oso, La Esperanza y Crisneja, hasta asentarse en el fértil valle del río Huallaga, al que llamaron Chontayacu («agua de chonta» o «agua brava» por su riqueza piscícola).
Enfrentando enfermedades como la tuberculosis y la viruela, los Uchihuanes fundaron Pueblo Viejo (hoy Cruz Pampa), pero las epidemias los obligaron a migrar nuevamente. Finalmente, se establecieron en la ribera izquierda del Chontayacu, frente a ruinas preincaicas, consolidando el Uchiza moderno. Durante el siglo XX, el comercio de cascarilla, barbasco y shiringa atrajo a colonos, mientras que el cultivo de coca marcó un auge económico seguido de desafíos por su erradicación. Hoy, Uchiza se reinventa como destino turístico, apoyándose en su biodiversidad y patrimonio cultural.
Cultura y Tradiciones: Un Crisol de Identidad
Uchiza es un mosaico cultural donde el castellano predomina, pero dialectos quechuas persisten en comunidades rurales. La herencia Huacrachuco se manifiesta en relatos orales, artesanías y festividades que combinan raíces indígenas con influencias coloniales. La Fiesta de San Juan (24 de junio) es el evento más destacado, con danzas como la Choba Choba, música de quenas y bombos, y ferias gastronómicas que celebran la abundancia local. Otras celebraciones, como la Fiesta Patronal de Santa Rosa (30 de agosto), incluyen procesiones, mercados artesanales y danzas tradicionales, ofreciendo a los visitantes una inmersión en la calidez comunitaria de Uchiza.
Atractivos Turísticos: Naturaleza, Aventura y Arqueología
Uchiza brilla como destino de ecoturismo y aventura, con una oferta diversa que combina paisajes exuberantes, ríos vibrantes y vestigios históricos. A continuación, los principales atractivos turísticos:
- Cueva de los Murciélagos: A 30 minutos del centro de Uchiza, esta caverna en la selva alta alberga colonias de murciélagos y formaciones rocosas únicas, ideales para espeleología y caminatas guiadas. Su atmósfera mística atrae a aventureros y amantes de la biodiversidad.
- Catarata de Cachiyacu: A 45 minutos en bote o a pie, esta cascada de aguas cristalinas, rodeada de vegetación densa, es perfecta para baños refrescantes, fotografía y observación de aves como guacamayos y loros.
- Río Chontayacu: Con su corriente fría y rica en peces como el sábalo y la gamitana, este río es ideal para pesca recreativa, paseos en balsa y kayak. Sus orillas ofrecen senderos para caminatas y áreas de picnic.
- Valle de Uchiza: Un paisaje de selva alta con colinas verdes, plantaciones de cacao y café, y vistas panorámicas. Es perfecto para caminatas ecológicas, ciclismo de montaña y agroturismo, con visitas a fincas sostenibles.
- Ruinas Preincaicas de Chontayacu: Vestigios arqueológicos de la cultura Huacrachuco, con estructuras de piedra y terrazas que datan de siglos antes de los incas. Estas ruinas, frente al río Chontayacu, son un tesoro para los amantes de la historia y la arqueología.
- Mirador de Santa Rosa de Shapaja: A 20 minutos del centro, este mirador ofrece vistas espectaculares del valle y el río Uchiza, ideal para atardeceres y fotografía. Su acceso incluye senderos con flora nativa como orquídeas y bromelias.
- Balneario de Shamboyacu: Un área natural con pozas de agua cristalina, perfecta para nadar y relajarse en un entorno selvático. Está a 1 hora del centro y es popular entre locales y turistas.
Gastronomía: Sabores de la Selva Alta
La cocina de Uchiza fusiona ingredientes amazónicos con tradiciones andinas, creando platos que reflejan su entorno fértil. Destacan:
- Juanes de yuca: Bolas de yuca rellenas de pescado o pollo, envueltas en hojas de bijao y cocidas al vapor, servidas con salsa de ají.
- Inchicapi: Sopa espesa de gallina con maní molido, maíz y culantro, típica de las celebraciones familiares.
- Tacacho con cecina: Plátano verde asado y machacado, acompañado de cecina (carne seca de cerdo) y salsa de cocona.
- Patarashca: Pescado de río (como gamitana) envuelto en hojas de bijao, asado con especias y ají, servido con yuca cocida.
- Masato: Bebida fermentada de yuca, refrescante y simbólica en encuentros comunitarios.
Estos platos, acompañados de chicha de jora o jugos de frutos amazónicos como camu camu, se disfrutan en mercados locales y festividades.
Economía: De la Tradición al Turismo Sostenible
Históricamente, Uchiza prosperó con el comercio de cascarilla, barbasco y shiringa, exportados a mercados internacionales en el siglo XX. Más tarde, el cultivo de coca atrajo migración, pero su erradicación en las últimas décadas impulsó una transición hacia la agricultura sostenible (cacao, café, plátano) y el turismo. Las cooperativas agrícolas, como las de cacao orgánico, han ganado reconocimiento, mientras que el ecoturismo y el agroturismo generan ingresos mediante hospedajes comunitarios, guías locales y ferias. La conexión por carretera con Tocache y Tarapoto facilita el acceso, posicionando a Uchiza como un destino emergente.
Más Allá: Vida Cotidiana y Conexión Cultural
Uchiza es un distrito vibrante donde el 70% de su población es rural y quechua-hablante, manteniendo prácticas como el ayni (trabajo colectivo) y rituales a la naturaleza. La artesanía local, con tejidos, cestas de shapaja y cerámica, refleja la herencia Huacrachuco. Eventos como la Feria Agroindustrial de Uchiza (octubre) destacan productos locales y atraen visitantes. El fútbol y las caminatas comunitarias fortalecen los lazos sociales, mientras que la conexión vial con el Valle del Huallaga posiciona a Uchiza como puerta a la Amazonía norte.
Consejos para Visitar Uchiza
- Mejor Época: De mayo a octubre (temporada seca), ideal para caminatas, actividades acuáticas y exploración sin lluvias intensas.
- Qué Llevar: Ropa ligera, repelente de insectos, protector solar, botas de trekking y cámara para capturar la biodiversidad.
- Cómo Llegar: Desde Tarapoto (4 horas en auto) o Tocache (1 hora), por carreteras pavimentadas o transporte público. También accesible desde Lima vía Huánuco (14-16 horas).
- Respeto Cultural: Participa en actividades comunitarias, compra artesanías locales y respeta las tradiciones, como el uso sostenible de los recursos naturales.
- Tours Recomendados: Contrata guías locales para explorar Waqrapukara, cataratas y ruinas, asegurando un turismo responsable.
Uchiza es un destino que combina la magia de la selva alta con un rico legado histórico y cultural. Desde las aguas cristalinas del Chontayacu hasta las enigmáticas ruinas preincaicas, pasando por sus festividades llenas de color y sabor, este distrito invita a los viajeros a sumergirse en una experiencia auténtica. Con su apuesta por el turismo sostenible, Uchiza no solo preserva su herencia, sino que abre sus puertas al mundo, ofreciendo aventura, historia y conexión con la naturaleza. Planifica tu visita en temporada seca y descubre este tesoro de San Martín.
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